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Cierro los ojos. Estoy tumbada en el colchón y tu a mi lado con tu tibia voz que me reconforta. Con tus manos acaricias mi rostro y me hablas, me hablas de ti. Me duermo abrazandote, se me escapa uno de esos suspiros cuando se duerme. Siento que sonries y sigues con tu cariño en mi piel.
Haces que el tiempo se detenga y nos quedemos juntos. 
Despiertame como a los dos nos gusta, pasate las horas entre mis brazos, mientras que tu acaricias mi piel y me miras con los ojos entre abiertos. Momentos mágicos a la luz de una llama.
Una carpeta que tiene contiene todo, cartas, recortes, escritos.. Esa es tu esencia, junto a tu olor impregnada de unas gotas de perfume que solo tu sabes llevar. Revolucionamos los horarios y olvidamos el sueño por los sueños. Un ataque de risa provocado por infinitas cosquillas en los pies, un deseo soplando la vela, un cigarro a medio consumir. Imagenes que se entrelazan con los sueños mientras me quedo dormida. Susurros que escucho mientras mis labios buscan tu boca enmudecida.